La boda de Begoña y Gerardo en Córdoba que se convirtió en toda una fiesta
Begoña y Gerardo se conocieron en 2014 cuando ambos entraban como juniors en el mismo despacho de abogados.
Desde entonces se han divertido, se han reído y viajado mucho juntos. En agosto de 2017, Begoña no tenía ni idea de lo que estaba a punto de pasarle. Todo sucedió en Cayo Guillermo, Cuba.
Gerardo le pidió matrimonio en una pasarela sobre el agua mientras daban un inocente paseo. Sobre la pasarela les esperaba un grupo de música cubano cantando una de sus canciones favoritas, Somos novios. Una balada cantada por una banda cubana que quedó espectacular para ese momento. La sorpresa fue mayúscula y por supuesto ella no dudó en aceptar la propuesta de su novio.
Poco después empezaron con los preparativos. La boda se celebró en Córdoba el pasado 1 de septiembre.
El vestido de Begoña es diseño de Inés Martín Alcalde. Un diseño muy especial para ella. Se trataba de un vestido y sobrevestido a modo de "abriguito" ya que quería algo más formal para la ceremonia y luego algo más cómodo y fresco para disfrutar durante la celebración.
Ambos vestidos están confeccionados en georgette de seda con incrustaciones de encaje antiguo. El sobrevestido era de manga larga abullonada con un puño cerrado en el que había 14 botones.
El vestido era sin mangas y con una amplia espalda descubierta con cuerpo de encaje antiguo.
"Elegí a Inés porque me encantan todos sus diseños. Me parece que hace vestidos muy elegantes, románticos... y sobretodo muy estilosos. Ella tiene mucho estilo y eso lo transmite a través de sus vestidos. Me encantan las telas que utiliza. Es una chica joven y sabía que iba a pillar muy pronto la idea que yo tenía, y así fue".
"El proceso me encantó, en cada prueba cambiábamos algo, no fue un vestido que tuviera claro desde el principio, todo lo contrario. Solo tenía claro la tela porque quería algo ligero para soportar el calor de Córdoba pero con caída y vuelo para que tuviera movimiento. También tenía claro que quería manga larga porque me parece más estiloso, pero con opción de quedarme en manga corta para poder disfrutar más de la boda, pero el resto fuimos decidiéndolo prueba a prueba".
En todas las pruebas fue acompañada de su madre, su hermana y su tía, quienes fueron muy importantes a la hora de tomar decisiones importantes en las cosas que ella más podía dudar.
Las joyas que eligió fueron un solitario y pendientes de brillantes de Hermo Joyeros.
El tocado fue obra de Carmen Mª Mayz. Estaba elaborado con dos piezas de porcelana hecho totalmente a mano formado por semillas de azahar en blanco roto y plata empolvada.
Los zapatos que escogió Begoña fueron de Salo Madrid de ante en color nude rosado abrochados al tobillo y con un tacón grueso de unos 6cm aproximadamente. Una maravilla con los que pudo disfrutar de cada momento de su boda gracias a su comodidad.
El novio escogió un chaqué de Hackett al igual que la corbata. Los zapatos eran de Berwick y como complementos a su look añadió unos gemelos de Suárez y un Rólex.
Se casaron en la Parroquia de San Francisco de Córdoba. Para la decoración se decantaron por flores en tonos blancos para conseguir mayor luminosidad posible.Además, contrataron a un coro de niños, la "Escolanía de los Palacios" que hizo todavía más emotiva, si cabe, la ceremonia.
"Fue música de fondo pero al final nos acercamos todos alrededor del grupo y ellos cantaron más alto y nos echamos algún que otro baile".
"En cuanto a la celebración, la gama de colores subió algunos tonos para dar alegría a la Hacienda, sobre verdes más propios de la sierra de Córdoba como el lentisco, el boj y algo de roble. Flores de lisianthus, rosas anturium, limonio y alstroemerias se colocaron en grandes canastos de mimbre, además de en numerosos tarros de cristal tallado repartidos por las mesas, alumbrados por cientos de velas".
La cena, fue al aire libre, no podían dejar de aprovechar todo el espacio que les proporcionaba la finca. El ambiente era buenísimo y disfrutaron de una espectacular cena con un cielo repleto de estrellas.
Otro de los momentos especiales para ella, fue la entrega de los 5 ramos que había preparado, en especial el que le dio a su hermana. Para cada uno de los ramos usó canciones distintas. A una amiga suya que se ha casado con un mexicano le dio el ramo al ritmo de Mátalas.
"La verdad que bailamos mucho y fue muy divertido".
Disfrutó mucho al darle el ramo a su hermana, pues es su única hermana, además de sus dos hermanos, y siempre han estado muy unidas. Se lo dio mientras sonaba Perdonarme, de Taburete y Café Quijano ya que les encanta a las dos.
"Antes de dárselo, mi hermana bailó con Gerardo y me encanté verles a los dos bailando juntos, me emocioné. Mi madre también se emocionó muchísimo cuando se lo di".
"Las copas fue el momento que más disfrutamos de la boda, porque la verdad hicimos una boda de amigos y la mayoría era gente joven, y los amigos de nuestros padres, como si lo fueran también porque estaban animadísimos".
Al principio de las copas tocó el grupo Cosita Wena, que además son amigos de la pareja por lo que recuerdan que fue muy especial e incluso se animaron a subir al escenario a bailar y cantar con ellos.
"No solo el resultado de las fotos ha superado todas nuestras expectativas, sino que el trato durante y después de la boda de todo el equipo ¡¡ha sido inmejorable!!¡Todo un acierto!
Ana Villà
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