La boda de Raquel y Cisco donde hubo mucho amor del bueno y de verdad

Hay historias que emocionan y conmueven. El amor, las ganas de superación y la unión puede con todo y si no que se lo digan a Raquel y a Cisco.


A veces la vida se vuelve de lo más cruel y nadie encuentra explicación ni un porqué. En diciembre de 2015, Cisco viajó a Austria con sus amigos y allí su vida dio un giro de 180º como los saltos que había llegado a dar tantas y tantas veces. Sufrió un accidente practicando snow, cayó de espaldas y en ese momento sintió el mayor dolor del mundo. Sabía que algo malo le había pasado, y así fue. Tuvo una lesión de médula espinal que le dejó sin movilidad de cintura para abajo.
Tras el primer palo y aceptar su nueva situación, poco a poco fue adaptándose y no se vino abajo, ¡qué va! Cisco, había practicado tenis antes de lesionarse y en ese deporte encontró su motivación para no desfallecer. Ahora, 4 años después, lucha por ir a Tokio 2020.

Muchos obstáculos ha tenido que superar y siempre de la mano de su chica Raquel.


Se conocieron de casualidad una noche en un pub de Córdoba. Ambos son de allí pero nunca habían llegado a visitar aquel lugar que por casualidades de la vida les unió para siempre.

A la pareja le encanta viajar, y la lesión de Cisco, no ha sido impedimento para ello. Su pedida fue durante un viaje a Marrakech. Se encontraban en medio del desierto y sin esperarlo y por sorpresa le pidió matrimonio a Raquel. Fue en el desierto. Habían hecho una excursión en quad y allí, con el atardecer Cisco encontró el momento perfecto.

"Me emocionó verle a él, nervioso (que es difícil verle así) y de pensar en cómo se lo había currado. Me emocioné al recordar el largo invierno que habíamos pasado hasta llegar allí". 

Celebraron dos bodas. La primera tuvo lugar el 5 de mayo. Una celebración muy íntima en la parroquia de San Miguel, su iglesia de siempre. A ella acudieron la familia más cercana y sus testigos. La celebración, tuvo lugar en un restaurante de Córdoba que les ha visto crecer. 

"¡Queríamos saborearlo con ellos!"


Un recuerdo muy emotivo fue el momento en el que sonó en piano y violín la canción Es mejor caminar de Revolver

La segunda boda tuvo lugar justo una semana después, el día 12. La celebraron en la finca de Las Zarzas uno de los sitios más especiales que hay en Córdoba. Su lista fue de 200 invitados.





El vestido que eligió Raquel era de la diseñadora catalana, Rosa Clará. Allí supo encontrar lo que buscaba y recuerda que le cuidaron muy bien. Un vestido liso, donde todo el protagonismo se lo llevaba la espectacular espalda, abierta en forma redonda rodeada de piedrecitas joya, y los hombros, también con la misma pedrería. 

"Como yo estaba en Badajoz no tenía mucho tiempo de ir y venir a probarme a otros sitios, porque eso suponía perder el fin de semana y no poder volver a casa a ver a Cisco y a mi familia, así que opté por esa opción". 




Optó por llevar dos zapatos. Los primeros los llevó durante la ceremonia. Fueron de Gloria Ortiz, un salón de color plata que recuerda le duraron "un telediario". Los segundos, fueron unas alpargatas de Calzados Toril que compró en una tienda en Córdoba. 

"Cogí las alpargatas al poco de salir de la ceremonia. Yo soy muy de zapatillas, y tenía claro que los pies no podían pararme ese día". 



Del maquillaje y del peinado se encargó Carlos Pascual. Él fue quien la maquilló y peinó consiguiendo que la pieza diseñada por Sara Tejero le sentase como anillo al dedo.
Escogió unos pendientes de su tatara-tatara-abuela. Una joya familiar que ha ido pasando de generación en generación y ahora ella era quién podía lucirlos.




Cisco, como no podía ser de otra manera, llevó un chaqué firmado por la marca cordobesa, Silbon, al igual que los gemelos y los zapatos.



Contaron con niños de arras. Fueron sus sobrinos, los hijos de la hermana de Cisco, Pablo y Beltrán. 

"Pablo es algo más vergonzoso y entró con Cisco en sus rodillas".



El ramo y todas las flores de la decoración fueron de Pinsapo. Rafa, se encargó de todo y supo captar a la perfección todo lo que ellos tenían en mente y querían para su gran día. 

"Rafa es excelente, un profesional como pocos. 



Julián, es un buen amigo de la pareja y es decorador y supo deleitarles con su buen gusto. 

"¡No pudieron acertar más! Teníamos claro que queríamos luz y color ese día". 

Se crearon tres ambientes. El primero, de día, para la ceremonia, más bucólico y con flores de campo y tonos más suaves. Blancos, rosas, algún toque amarillo. Además, jugaron con sillas de bambú y un arco en la entrada de la capilla espectacular.


El segundo, durante el cóctel, al comienzo de la tarde con sombrillas y guirnaldas de flores. 

"Como nos encanta viajar, se inspiraron en colores de Asia, fundieron alfombras con cojines, manteles y flores por cada rincón. Naranjas, rojos, lilas..."



Había centros con claveles, flores más exóticas y frutas que le daban un toque muy distinto y diferente. 
Todo el convite fue tipo cóctel, tenían claro y querían que los invitados se relajaran, interacturan y disfrutaran del momento con unas vistas espectaculares. No querían que nadie se sintiese atado. Había un gran patio con una fuente y al fondo toda la sierra cordobesa con el pantano de La Breña. Justo en ese lugar, se colocaron varios puestecitos que el catering de Bodegas Campos supo fusionar con lo que Julián, el decorador, había preparado. 
Se crearon platos nuevos, pero no faltaron los clásicos que nunca fallan.





El tercero tuvo lugar por la noche, cuando fue cayendo la luz. En ese momento empezaron a encenderse farolillos vietnamitas estratégicamente colocados, que caían por los árboles. Todo muy mágico.

"El ramo se lo llevé a mi abuela. Murió 3 días antes del accidente de Cisco, ¡no lo conoció en silla de ruedas. Diciembre de 2015 fueron unas fechas muy duras. Me emocioné mucho al dejarlo en el cementerio. Fue la gran baja de la boda". 

El baile lo abrieron con Amelie que ensayaron meticulosamente y luego ya, bailaron y cantaron una larga lista con muchos de los invitados que se animaron a cantar bajo ensayo previo. 
La canción, es lenta y para dar el giro y animar a los invitados enlazaron con la canción de El Mariachi. Se habían compinchado con los camareros y sacaron chupitos de tequila para todos y a partir de ahí fue un no parar de bailar. 

"Recuerdo a la gente feliz, feliz por nosotros, feliz por estar ahí, disfrutando. Y yo veía sus caras y disfrutaba aun más. Había un buen rollo que contagiaba todo. ¡¡Fue un día realmente especial!!"








Del reportaje fotográfico se encargó De la fuente Foto que supieron captar y transmitir todos y cada uno de los emocionantes momentos que se vivieron durante la boda.

"Tienen mucha solera en Córdoba. Nosotros los elegimos porque somos muy amigos de la generación que está llevándolo ahora. ¡Son muy muy atentos!". 








Espero que hayáis disfrutado de esta boda. Gracias Raquel y Cisco,

Ana

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