"La boda perfecta a pesar de las imperfecciones" de María José y Juan en Huelva
La historia de María José y Juan es de esas que son para enmarcar. El camino no ha sido de rosas y si no que se lo digan a ellos quienes durante 7 años han estado viviendo su relación a distancia y cuando por fin todo volvió a su sitio en Huelva los miedos se apoderaron de ambos porque no sabían que era tener una relación a tiempo completo.
Maria José escogió un diseño de Fernando Claró. Se trata de un conjunto dos piezas compuesto por una falda y una chaqueta.
"Me daba miedo que de repente nos agobiáramos o nos pasáramos el día discutiendo; pero fue todo lo contrario. Crecimos como pareja a pasos agigantados y los siete años que vinieron después fueron mucho mejores que los siete que acababan de pasar".
Juan le pidió matrimonio el día de Reyes y consiguió llevarlo tan en secreto que dejó a María José sin palabras en el momento de descubrirlo.
"Encontré un regalo bajo el árbol que por su tamaño no encajaba con la lista de cosas que yo quería. Lo abrí y dentro encontré una camiseta con un código QR estampado. Escaneé el código y apareció un vídeo con fotos nuestras. Al final ponía: "¿Quieres pasar el resto de tu vida conmigo?". Al darme la vuelta estaba él esperando la respuesta con el anillo en la mano. Me pilló tan de sorpresa que no fui capaz de contestar... Llevábamos 14 años saliendo, los dos últimos viviendo juntos; yo estaba opositando en ese momento. Lo de casarnos nunca había entrado en nuestros planes, así que me descolocó por completo. Sin embargo, no sé qué tipo de magia hacen los anillos de compromiso, que fue ponérmelo en el dedo y no parar de pensar en otra cosa que no fuese nuestra boda..."
Maria José escogió un diseño de Fernando Claró. Se trata de un conjunto dos piezas compuesto por una falda y una chaqueta.
"Le elegía porque tenía claro lo que quería y sabía que él era el que mejor se iba a adaptar a ese diseño. Le expliqué que no quería un vestido que buscaba una falda de talle alto, recta y a la altura de los tobillos y del mismo tejido una especie de chaquetilla que en lugar de cerrar por delante cerrase por detrás. La quería de manga larga y recta con algo de pedrería en los hombros en plata, brillo y zafiro como mi anillo de pedida.
Él captó la idea a la primera y me hizo un boceto que era justamente lo que yo tenía en mi cabeza. En la primera prueba ya estaba el traje montado y, a partir de ahí, fuimos mejorándolo. Me aconsejaron bajar la falda unos centímetros más porque quedaba más elegante; y también me añadieron una capa de georgette que salía de dentro del escote de la espalda de la chaqueta."
Patrizia Robel se encargó de peinarla y maquillarla.
"Me hizo un moño bajo de bailarina con raya en medio y pelo tirante porque me lo hago muy a menudo y lo quería así. Me maquilló supernatural, ya que no suelo maquillarme mucho y no quería ir disfrazada ese día."
En el pelo añadió un tocado de plumas blancas alrededor del moño creado por Teresa Briz en tiempo récord ya que se decidió dos semanas antes de la boda.
Como complementos llevó el anillo de compromiso; un zafiro rodeado de brillantes. Los pendientes eran pequeñitos ya que no quería ir muy recargada con la pedrería de los hombros.
"Estuve mucho tiempo buscándolos y no encontraba nada que me encajara. De repente un día estaba paseando con mi hermana por Madrid y encontré justo lo que buscaba en un mercadillo navideño que habían montado en el Paseo del Prado. Eran de Adamia."
El modelo Romy de Jimmy Choo fue la elección perfecta para ella.
Por lo que al ramo se refiere fue una elección que tenía clara. Estaba compuesto por rosas de pitiminí de color blancas.
"Llevaba un lazo azul de terciopelo que fue de mi abuela paterna a modo de empuñadura y mi madrina le cosió un colgante en forma de corazón pequeñito que mi abuela llevaba siempre puesto."
Juan se decidió por un chaqué azul marino de la tienda sevillana London.
Como complementos llevó unos gemelos que habían pertenecido a su abuelo paterno y un reloj de bolillo que le regalaron sus padrinos.
Llegó el día más esperado para los dos. Se casaron en la Iglesia de San Juan Bautista en San Juan del Puerto, Huelva. Un lugar muy especial para los dos puesto que sus padres se habían casado allí y ellos habían sido bautizados en ese bonito lugar. Durante la ceremonia contaron con un trío de cuerdas que interpretaron canciones de los Beatles.
La celebración tuvo lugar en el Convento de la Luz en Lucena del Puerto. Para ellos es un sitio mágico.
Antonio Rivera se encargó de la decoración y les hizo un seating plan "espectacular" y unos centros de mesa "preciosos" y del del catering se encargaron Las Palomas a quienes la pareja consideran como los mejores de Huelva.
Entraron al convite al ritmo de Los Ronaldos con "No puedo vivir sin ti".
"Entramos ¡¡¡bailando!!! Los dos somos supervergonzosos y desde el principio dijimos que entraríamos andando, como el resto de los invitados pero al final nos vinimos arriba."
La entrega del ramo fue uno de los momentos más especiales.
"Lo partí por la mitad y le di una mitad a mi hermana y la otra mitad a la hermana de Juan que, además de ser mi cuñada, es de mi grupo de amigas y se casa el año que viene. De fondo sonaba "Superhermanas" de Pereza."
A los invitados les regalaron cajitas de fresas Godovi ya que es la empresa de los primos de Juan y les parecía un bonito detalle.
Ambos abrieron el baile juntos bailando "The time of my life" de "Dirty dancing".
"Estuvimos dos semanas dando clases en casa con dos profesores de baile porque Juan y yo no bailamos. Somos los dos supervergonzosos pero queríamos darle una sorpresa a nuestros invitados y lo conseguimos. "
A partir de ese momento empezó la fiesta que los chicos de Xite&Co amenizaron hasta que nadie pudo más.
"Con Gonzalo y Clara no hace falta grupo, el fiestón está asegurado".
"Durante la barra libre hubo un carrito con chuches y frutos secos que montó el propio catering y justo al lado una mesa con hornazos que habíamos llevado nosotros. Por la noche hubo una recena con perritos calientes, hamburguesas, patatas fritas... Y como sorpresa, contratamos a través de los DJ's un robot gigante que apareció en medio del baile, cuando ya anocheció y se puso a bailar con los invitados. La gente flipó con "el hombre de luces"."
"Uno de los momentos más divertidos fue cuando mis amigas y yo desaparecimos a mitad de la barra libre y aparecimos con las Converse blancas todas dando saltos. Fue algo que decidimos un par de días antes de la boda y acertamos 100%. ¡Nos hartamos de bailar!"
Todo salió tal y como esperaban gracias a las chicas de Martina se casa. Marina y Nuria fueron sus wedding planners y la pareja no puede estarles más agradecidos.
"Organizar una boda mientras preparas una oposición es para volverte loca. Pero además yo aprobé la oposición unos meses antes de la boda, así que me tuve que ir primero a Madrid, a un curso de formación, y después me destinaron a Algeciras.
Sin Nuria y Marina no habría sido capaz de organizarlo todo. Ellas fueron mucho más que unas wedding planners para mí. Fueron dos amigas que se tragaron mis peores momentos de nervios y estrés como si nos conociésemos de toda la vida. Les debo muchísimo, las quiero un montón."
El equipo de Couche Photo inmortalizaron y captaron todos y cada uno de los momentos de la boda.
"La boda fue perfecta a pesar de las imperfecciones. Hubo cosas que salieron mal o, mejor dicho, que no salieron tal y como yo las tenía previstas. El tiempo, sin ir más lejos, no acompañó. Yo había imaginado un día precioso, sin frío ni calor, sin lluvia ni viento para poder celebrar un almuerzo al aire libre en el claustro del Convento que es precioso. Pues bien, hizo frío, llovió a ratos e incluso hubo un momento en el que granizó. Tuvimos que hacer el almuerzo dentro de la iglesia del Convento y utilizar los soportales del claustro para la recepción primero y para la barra libre después. Pues no sólo no me agobié por el cambio de planes sino que ahora me parece que fue todo tan bonito que si volviera atrás organizaría el almuerzo dentro de la iglesia desde el principio. No cambiaria absolutamente nada de ese día, ni siquiera el granizo."
¡Gracias María José y Juan por compartir vuestra boda!
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