La boda de Montse y Jaime en Celoiro con un toque mexicano

La bonita historia de Montse y Jaime no tiene desperdicio porque el amor mueve montañas y si no que se lo digan a ellos. 
Ambos se conocen desde hace más de 16 años. Ella es mexicana hija de españoles y siempre ha vivido en México. 


"Jaime y yo veraneamos siempre en el mismo pueblo, Celorio, el pueblo más bonito del concejo de Llanes, Asturias. Amigos desde hace muchos años, compartíamos pandilla hasta que un verano surgió algo. Nos empezamos a gustar hasta que se convirtió en un amor de verano (o eso creíamos), porque ese amor luego fue de otoño, de invierno, primavera y muchos veranos más. 
Fue el verano de 2006 cuando empezamos a salir y desde aquel día, hasta hoy. 
Yo volví a México porque estaba aún estudiando la carrera así que nuestra relación fue a distancia durante un tiempo. Él iba todas las navidades y semanas santas y yo venía tres meses en verano y así estuvimos los primeros años. Después vine a España a estudiar un máster durante dos años y volví a México pero con Jaime donde estuvimos trabajando durante cinco años hasta que decidimos instalarnos en Madrid donde buscamos trabajo y finalmente nos mudamos". 


La petición de matrimonio fue de lo más romántica y toda una sorpresa para Montse. Antes de instalarse los dos en Madrid, Jaime regresó antes para hacer la mudanza y prepararlo todo y ella llegaría después. Cuando Montse llegó a Madrid, Jaime le sorprendió con viaje a Roma, cosa que a ella no le sorprendió mucho porque había sido hacía poco su cumpleaños y no lo habían podido celebrar juntos. 

"Al llegar a Roma nos instalamos en el hotel y salimos a dar una vuelta, estábamos muy cerca de Piazza Navona. Caminando por allí y justo frente a una de las fuentes me giré y allí estaba con un anillo en las manos pidiéndome que me casara con él. En ese momento de emoción no podíamos dejar de reír y abrazarnos. Recuerdo ese viaje como uno de mis favoritos en la vida". 

Poco a poco informaron a todos sus seres queridos sobre la petición de matrimonio y enseguida se pusieron manos a la obra con los preparativos.

El vestido de Montse fue un proceso del que disfrutó muchísimo junto a sus amigas y su madre. 

"Yo tenía muy clara la idea del vestido que quería. Cuando nos comprometimos, por supuesto que vino mi mamá desde México a ayudarme a buscar mi vestido. Fueron un par de días viendo y probando muchos estilos aunque yo tenía claro lo que quería y así fue. Llegué a Pronovias y contando lo que quería descubrí la colección Separates, donde puedes elegir la parte de arriba y la de abajo por separado y así formar un vestido a tu gusto. Además de eso, hicimos varias modificaciones hasta que se convirtió en el vestido que quería". 


Como complementos llevó unas esmeraldas con diamantes de su abuela materna, que había fallecido unos meses antes. 

"Siempre fueron sus favoritas y las mías también. Tuvimos una relación muy muy cercana y fue la forma de que estuviera conmigo en mi día más feliz y ¡así fue!"


Del peinado se encargó Bárbara de Barbareando que optó por hacerle un recogido bajo con algunos mechones sueltos y del maquillaje Laura Gesto que le hizo un maquillaje suave resaltado sus ojos. 




A modo de tocado llevó una pulsera de diamantes que también era de su abuela y le encantaba. 

"Ya no que no quería llevar algo muy llamativo fue la mejor opción y a todo el mundo nos encantó como se veía, fue un detalle muy original y nuevamente llevando a mi abuela conmigo". 


Los zapatos de Montse se los hizo a medida en Uniq Shoes. Eran de tacón grueso con gliter y de color rosa empolvado. Además los pudo personalizar con la fecha del enlace y sus nombres.


Por lo que al ramo se refiere, Pando floristas hizo las delicias de Montse. Estaba compuesto por peonías de color rosa, que son sus flores favoritas, eucalipto y mucho verde. 


Se casaron donde empezó todo, el sitio más especial e importante para ellos, en la Parroquia de San Salvador en Celorio. 
Durante la ceremonia contaron con un cuarteto de cuerdas y una soprano que según recuerdan, fue muy bonito. 



"A mí me llevó al altar mi abuelo ya que mi papá murió hace 10 años y él ha sido el mejor de los abuelos. Siempre presente, hemos estado muy muy unidos". 






Contaron que la ayuda de Patri, la wedding planner de The love forest. 

"Gracias a ella pudimos disfrutar de todo el proceso y sobretodo el día de la boda, sin tener que preocuparnos por nada. Ella nos fue guiando en todo momento, a pesar de ella estar en Asturias y nosotros en Madrid, lo coordinamos muy bien para que todo saliera a la perfección". 

La celebración tuvo lugar en el jardín que posee el Hotel Kaype donde instalaron unas carpas al lado de la playa de Barro. 


De la decoración se encargó la wedding planner que se coordinó con Pando floristas y Global rent que dejaron las carpas tal y como habían soñado. 

"Había bombillas de led cubriendo todo el techo con suspensiones con cestos con flores y mucho verde. Las mesas estaban superbonitas... todo como habíamos soñado desde el principio". 




Uno de los momentos más especiales de la boda, divertidos e inolvidables fue la entrada al convite al ritmo de "Best day of my life" de American Authors

"Todos los invitados saltando, moviendo las servilletas, nosotros de mesa en mesa saludando y abrazando a cuantos podíamos, fue muy muy divertido". 





"No hice entrega del ramo como tal, aunque hay quienes dicen que sí y hasta pidieron el VAR (risas). Sobre las 3 de la mañana empezó a sonar "All the single ladies" y fui corriendo por mi ramo. Lo hicimos más en modo americano, donde todas las mujeres solteras y no solteras se pusieron detrás de mí para que les tirara el ramo y ver quien lo cogía. Casualmente cayó en manos de mi mejor amiga soltera (risas)". 



El baile tuvo lugar después de la cena. Entraron en la pista que estaba justo en el centro de la carpa. Lo hicieron así para no dejar a nadie alejado en ningún momento. 

"Entramos él y yo solos y empezó a sonar nuestra canción... "Still the one" de Shania Twain". 





Montaron un candy bar en el que había varias chucherías y además pusieron chanclas para ellas para poder darlo todo durante el baile y disfrutar hasta que saliera el sol.




"¡¡Okka dj fue parte crucial del fiestón que montamos esa noche!!"




La encargada de capturar todos y cada uno de los emocionantes momentos de la boda fue Nieves de Días de vino y rosas y el vídeo lo hizo Arancha de Petit de la creme










"Fueron 200 y pico invitados, para mí, fue muy especial que de México vinieran más de 70 personas a acompañarnos en este día. Familiares (destacando mis sobrinas mellizas de 6 meses), mis amigas, las mejores amigas de mi madre... Entonces, no solo el día de la boda sino los días previos también fueron muy especiales. Todos fueron llegando poco a poco y fue como un sueño hecho realidad en el que tuvimos a las personas más importantes de mi vida en el mismo tiempo en mi lugar favorito del mundo. 






¡Gracias Montse y Jaime por compartir vuestro bonito día!

Ana

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