La "emocionante" boda de María y Jorge en Pedraza

Llevamos más de dos semanas en las que solo las malas noticias tienen cabida en nuestro día a día, así que para desconectar un poco de la realidad que lamentablemente estamos viviendo os traigo una de esas bodas cañeras y bonitas a partes iguales. ¡Disfrutadla!

Hay historias de amor que son realmente únicas.
Todos sabemos que en el amor nunca hay nada escrito y bien lo saben los protagonistas de la boda de hoy.

María y Jorge se conocen desde hace más de 15 años y aunque ambos vivían relativamente cerca el uno del otro, se perdieron la pista y no fue hasta hace 5 años que volvieron a encontrarse. El destino es así de caprichoso.


Ambos se compraron una casa en el verano de 2018 y el 8 de diciembre de ese mismo año, Jorge le sorprendió pidiéndole matrimonio allí.

"Lo recuerdo como un día muy especial. Yo salía de guardia, así que esa mañana me metí en la cama hasta las 7 de la tarde que tuviera que volver a ponerme en marcha para ir de nuevo al hospital. No sé porqué me desperté antes y tenía muchas ganas de patatas fritas. Fue al salir del cuarto cuando me encontré con un montón de posits de colores y con flechas haciendo como un juego de nuestra relación. La verdad es que no me esperaba nada porque Jorge en eso es muy detallista y más de una vez me pone notitas por los espejos para que los vea antes de ir a trabajar o en la bolsa de comida del trabajo, así que solo pensé que me había preparado algo muy rico para comer.

Cuando llegué al salón había un cartel enorme en el suelo que ponía: "Eres la mujer de mi vida y tengo que hacerte una pregunta" y otro cartel en el sofá que ponía: ¿Quieres casarte conmigo? Y cuando me di la vuelta estaba arrodillado y yo solo podía decir: "no, no, no, no". Fue un momento muy bonito". 

Tengo la suerte de conocer el lugar tan mágico donde se casaron y es que si hay un sitio que me enamoró nada más poner un pie en él fue Pedraza.

María Nebrera se encargó de peinarla así como de maquillarla.

"Mi mayor miedo era mi pelo. Lo tengo muy rizado y creo que es algo que me caracteriza bastante. Por eso no quería perder eso así que lo llevé suelto. Tampoco soy una persona que suela maquillarse mucho y la verdad es que no puedo estar más agradecida con su trabajo". 



Del ramo se encargó, su Wedding PlannerVictoria Cubo. Ella les ayudó a organizarlo todo y consiguió que la pareja se despreocupara de todo al dejarlo en sus manos.

"Recuerdo cuando me lo trajo a la habitación mientras me maquillaban. Estaba con mi madre y mi hermana y escuchaba a mi familia (primos, tíos...) y a la familia de Jorge en el jardín". 


María escogió dos vestidos para el día más especial de su vida.


Para la ceremonia, confió en la firma Navascués y no podía estar más radiante.

"Yo sabía perfectamente lo que quería. Era un vestido muy parecido al que había llevado mi madre en su boda.  



La persona que me atendió el primer día en Navascués se llama Pilar y justo coincidía con el nombre de la persona que le había hecho el vestido a mi madre, así que imaginamos que era una señal en toda regla y no dudé en quedarme con ellas. 







Fui a todas las pruebas con mi madre y una sola con Pepa, mi suegra, y Paula, mi hermana. No quise ir con nadie porque no quería más opiniones". 

Llevó unos pendientes que le regaló su suegra y el anillo de pedida. Ambas joyas las realizó un joyero amigo de la madre de Jorge.



Los zapatos de la firma Franjul los diseñó junto a su amiga Sara. Eran unas sandalias atadas al tobillo de color rosa claro con un tacón de 9cm.


Después, al cambiarse de vestido, también cambió de zapatos y se puso unas alpargatas de Castañer de color camel con plumas beige.


Jorge lució un chaqué de Tom Black, firma de donde también eran los gemelos y los zapatos. La corbata la firma Ermeregildo Zegna.
Complementó su look con un reloj Tag Heuer que le regalaron los padres de María el día de la pedida.





Escogieron la Iglesia de San Juan Bautista que se encuentra en la plaza del pueblo y hasta allí  llegaron andando de la mano de los padrinos. 















A la salida de la iglesia, convertidos ya en marido y mujer, les esperaban unos puestos de cerveza y limonada para que la gente se fuera animando.





El convite se celebró en Denatura Pedraza y el catering fue a cargo de Samantha Vallejo-Nájera.

"No es el típico sitio de bodas. Es una casa como otra cualquiera de Pedraza con mucho encanto. De esta manera nos sentíamos como en casa con todos nuestros seres queridos". 




María comenta que el cóctel fue todo un éxito, los torreznos y los quesos triunfaron en el cóctel y durante la comida el solomillo con foie.



El seating plan lo hizo Easy Wedding y era un espejo con dos ventanas que tenían pequeños rectángulos en los que aparecían los números de cada mesa con los nombres de casa invitado. De la decoración de las mesas que eran redondas y rectangulares y todos los espacios se encargó Victoria Cubo creando un ambiente rústico y familiar con composiciones de flores campestres con el cardillo o la paniculata. 






Como regalo para los invitados pusieron aceite para ellos y pulseras para ellas.



Entraron al salón al ritmo de Juan Luís Guerra y 'La bilirrubina'. Recuerda que fue muy divertido donde todos se vinieron arriba y lo disfrutaron mucho.



Tras la comida, María entregó varias réplicas de su ramo a Rocío, compañera de universidad a la que considera muy importante en su vida que le "transmite mucha tranquilidad". A Eva, novia de un amigo de Jorge y a la que tiene mucho cariño. También a su prima Cuca que para ella es como su hermana. Sara es una de sus mejores amigas. "Siempre está cuando la necesito y cuando no también".






Y por último a Paula, su hermana, le dio su ramo. "Aunque chocamos mucho es el pilar más importante de mi vida".



Uno de los momentos más especiales, emocionantes y divertidos fue cuando abrieron el baile.


"Abrí el baile con mi padre con la canción de Bryan Adams, 'I do it for you'. 






Después seguí con Jorge con la misma canción y al poco empezó a sonar 'You never can tell' imitando el baile de 'Pulp fiction'".  








Después se unieron todos los invitados y disfrutaron juntos de la fiesta en la que no pararon de bailar.








The Changers animó a los invitados durante las dos primeras horas.  Fue el momento perfecto para ella para desmelenarse y vestir el segundo vestido de la firma Market Boho.


"En un principio, no tenía pensado cambiarme porque mi vestido era muy cómodo pero un día paseando por Madrid junto a mi madre nos encontramos con este vestido y nos enamoramos de él. Mi madre también llevó dos vestidos y el segundo había sido más hippie así que imité un poco lo que hizo ella".  




"Abrí el concierto con la canción de Nirvana, 'Smells like teen spirit' con el segundo vestido". 









Para seguir llenando las tripas de los asistentes y que la fiesta no decayera pusieron un candy bar.
Ambos guardan muy buen recuerdo del fin de semana que, sin duda, para ellos fue "inigualable".

"El día anterior hicimos una preboda. Me aseguré de besar y abrazar a cada persona que estaba allí para recibir la energía de cada uno de ellos.  

Además, quisimos tener un detalle con los invitados y es que cuando llegaron a sus habitaciones del hotel, les habíamos dejado una foto de algún momento bonito con ellos y con una dedicatoria".  

 Tanto las fotos como el vídeo son del equipo Liven Photography.












¡Muchísimas gracias María y Jorge por compartir vuestra preciosa boda!



Post relacionados



Comentarios

Entradas populares