La boda de mi mejor amiga

 Al fin puedo compartir con todos vosotros, la boda de mi mejor amiga.  

Conozco a Blanca desde hace 20 años y no sabéis la ilusión que me hace que haya dado el paso más importante de su vida y me haya hecho partícipe de él. En plena pandemia han luchado contra viento y marea para poder casarse y sé de buena mano cuánto les ha costado planearlo, sobre todo a pocas semanas de la fecha prevista. 

En un principio iban a contraer matrimonio el pasado 10 de octubre, sin embargo, un familiar muy cercano dio positivo en covid pocos días antes y se vieron en la obligación de posponer la boda un par de semanas. Hasta entonces las celebraciones en Cataluña estaban permitidas hasta la 1 de la mañana pero a medida que iban avanzando los días todo iba cambiando. 

La Generalitat decidió cerrar toda la hostelería para frenar así el avance del coronavirus y ello supuso que no hubiese celebración alguna con familiares y amigos. 

Pese a todo ello, no se echaron atrás y decidieron que el 24 de octubre se unirían para siempre.

Su historia empezó hace 3 años. Tenían amigos en común y la magia de las redes sociales hizo el resto. En aquel momento Blanca residía en Londres y Jose en Madrid. Empezaron a hablar cada día hasta que ella se lio la manta a la cabeza y se plantó en la capital para conocerlo en persona. Sabía que entre ellos había algo especial y desde luego no se equivocó. 

Desde entonces mantuvieron una relación a distancia. Cada vez que podían hacían lo posible por verse, hasta que ambos decidieron trasladarse a Barcelona donde estrecharon, aún más si cabe, sus lazos. Blanca recuerda que su chico consiguió sorprenderla cuando le pidió que se casara con él. "Jose me pidió matrimonio un 9 de agosto en La Cerdanya. Nos fuimos de excursión a "l'Estany de Font Viva" y sin esperarme nada de nada, en un momento que estuvimos solos, hincó la rodilla y me lo pidió". 

La pandemia, como a tantas y tantas parejas, les ha puesto las cosas bastante difíciles sobre todo a medida que se acercaba la fecha inicial. "Todos nuestros planes cambiaron bastante ya que a raíz de posponer la boda cerraron toda la hostelería y no pudimos celebrarlo de la manera que queríamos. Al principio nos costó mucho asimilarlo, pero a medida que iban pasando los días nos dimos cuenta de que era lo que nos había tocado y que si tenía que ser así es porque así estaba "escrito"". 

"Todo fue muy muy especial. Nos ayudó a ver lo que realmente era importante. Nosotros queríamos casarnos. Lo importante es el sacramento que recibíamos y no la fiesta que organizas luego. Conseguimos ver lo que realmente importaba y, como ya he dicho, era recibir el santo sacramento del matrimonio". 

Llegó el gran día y Blanca confió en Blue Style para el peinado y el maquillaje. Estaba guapísima y súpernatural. Muy ella. "No quería ni un peinado ni un maquillaje distinto a lo que suelo llevar en mi día a día. Quería verme como todos los días y siguiendo mi estilo propio, natural". 

Al peinado le añadió un precioso velo creado por la diseñadora Marta Martí, que también confeccionó su vestido. "Era espectacular y lo más especial era la puntilla que lo rodeaba". 

"El vestido me lo hicieron en Marta Martí. Las volvería a elegir mil y una veces más. Me decanté por ella porque me gustaban los diseños que había visto y también por sus telas. Quería un tejido robusto, fuerte, que se viera con cuerpo". 

"En la primera visita al atelier ya supimos lo que quería. Fue todo muy fácil y el resultado fue increíble". 




Tanto sus hermanos, como sus padres la acompañaron durante todo el proceso de preparación.


Escogió unos pendientes de perlas y brillantes, muy acorde a su estilo. Además, lució un "anillo de mi bisabuela y otro de Blanca Barcelona Jewels además del de compromiso de Rabat".

Los zapatos eran de Un Paso Más. "Necesitaba un zapato cómodo, bonito y elegante. No suelo llevar zapatos altos por lo que necesitaba comodidad, ante todo. En la zapatería encontré justo lo que quería: un tacón grueso y con una buena plataforma. Eran rosa palo y de terciopelo. Fue todo un acierto y lo mejor de todo es que ahora puedo usarlos para cualquier celebración"


Del ramo, así como la decoración de la iglesia, se encargó Covadonga de Espacio Flores. "Era precioso, un ramo muy otoñal en tonos verdes, blancos y rojizos". Además, a él le añadió una medalla de la Virgen de la Victoria, patrona de Trujillo, que yo misma le regalé. Fue un detalle que me hizo muchísima ilusión que llevara consigo. 

Jose vistió un chaqué de la Sastrería Jajoan así como la corbata. Lució unos zapatos de Tallsem y como complementos añadió unos gemelos de la firma Furest. Además, en uno de los puños de la manga de la camisa llevaba grabadas sus iniciales. 





Como no podía ser de otra forma, Jose también estuvo acompañado por los suyos durante los momentos previos. 

Decidieron que se darían el sí quiero en la Basílica de la Concepción de Barcelona. Un emplazamiento único en el centro de la ciudad que llama especialmente la atención por su diseño arquitectónico de estilo gótico.  



Para Blanca el momento más emocionante fue cuando entró y vio Jose. "Estaba tan nerviosa que solo le miraba a él. Es muy abrumador cuando entras en la iglesia y ves a tanta gente mirándote y con la vista fija en ti. Así que no me quedó otra que centrarme en él y no le quité ojo hasta llegar al altar".


Fue una celebración preciosa y emotiva. De hecho las circunstancias aún la hicieron más especial si cabe. 








Tras la ceremonia tenían pensado celebrar el banquete en la Torre del Lleons, en Esplugues de la mano de Sibaris Catering de los que solo tienen buenas palabras. "No pudimos celebrar el banquete pero Sibaris eran los encargados y a pesar de no poder contar con ellos, los elegiríamos una y mil veces más. Hicimos las pruebas de menú y fueron espectaculares". 

Además, tuvieron la oportunidad de hacerse fotos para el recuerdo en la misma Torre, algo que les gustó mucho a pesar de no estar acompañados por todos sus invitados. 






De todos modos "Nos gustaría hacer una celebración con todos nuestros amigos porque nos quedamos con las ganas. Todavía no sabemos ni donde ni cuando y después de la experiencia no quiero organizar nada en tiempos de pandemia. Tenemos toda la vida para celebrarlo", reconoce la novia. 

La tía de Blanca, fue la afortunada de llevarse el ramo. "Se lo di a mi tía, la hermana de mi madre. Tenemos una conexión especial y desde el primer momento supe que iba a ser para ella". 


Eva Olivé, de Sueños by Eva Olivé, fue la encargada de ayudarles en los preparativos. "Sin ella nada habría sido posible. Entre otras cosas, el día de la boda el chófer se equivocó de destino y ella se encargó de solucionarlo con toda la rapidez posible. Así mismo, recibió a todos los invitados con gel hidroalcohólico y estuvo pendiente de todos y cada uno de los detalles". 

Las fotos fueron tomadas por Mercedes Almajano y el vídeo creado por Cotó Films. "No tenemos palabras de agradecimiento por el magnífico trabajo que hicieron. Al final es casi lo más importante de una boda ya que es lo que queda de recuerdo. ¡Las recomiendo totalmente, son increíbles!". 







Blanca y Jose, gracias por hacerme partícipe de este día tan único y tan vuestro. Deseo que vuestra vida juntos esté llena de cosas buenas y que el amor, la confianza y el respeto sean las bases más solidas de vuestro matrimonio y estén siempre presentes en vosotros.



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