La boda navideña de Raquel y Alejandro en El Cigarral de las Mercedes
Hoy os traigo una boda sacada de un cuento de Navidad celebrada antes de la pandemia. Raquel y Alejandro se dieron el sí quiero en una ceremonia que no dejó indiferente a nadie. Tenían claro que querían casarse en esta época del año y el resultado fue espectacular.
Ambos son de Toledo aunque se conocieron en Madrid. Ella cursaba un máster en Marketing y él estaba de paso con unos amigos. Sin embargo, el destino que es así de caprichoso, quiso que sus caminos se cruzaran y nunca más se volvieran a separar.
"Comenzamos a hablar y nos pasamos toda la noche juntos. Entre risas fue surgiendo algo muy especial. El fin de semana siguiente volvimos a quedar y así mis visitas a Toledo se volvieron obligadas cada fin de semana".
Alejandro consiguió dejar sin palabras a Raquel por cómo y cuando le pidió matrimonio.
"Hubo un fin de semana que Alejandro me ordenó no hacer planes. No sabía de qué se trataba y la intriga me corría por las venas. Me dijo que teníamos que salir el sábado temprano de casa. Durante el camino solo me dio una pista: íbamos a un lugar con estrella. Fui descartando destinos hasta conocer que iríamos a Soria. Una vez allí fuimos directos al restaurante Baluarte de Óscar García. Fue increíble. Después de comer, dimos una vuelta por la ciudad y me comentó que allí no acababa la sorpresa. Debíamos estar en el próximo destino a las 19h. Hasta que no llegamos allí no entendí el porqué de la hora. La cosa iba de estrellas, llegamos al hotel Aire de Bardenas. Nuestra habitación era una burbuja y esa noche las estrellas no faltaron.
Fuimos a cenar y a la vuelta, ya en la burbuja, se arrodilló y me pidió pasar el resto de mis días junto a él. Entre risas y llanos se intuyó mi respuesta. Sí y mil veces sí. Desde entonces sigo en esa burbuja".
El Cigarral de las Mercedes fue el lugar escogido por la pareja para darse el sí quiero.
Raquel se preparó en el cigarral y llevó un camisón de raso y encaje blanco acompañado de una bata de terciopelo rosa palo con sus iniciales bordadas en blanco.
Confió en el beauty center de la finca y se puso en manos de Juana Belén López para el peinado que le hizo una trenza a la que añadió pequeñas piezas de Cala by Lilian y de Julie Cuevas para el maquillaje.
La diseñadora Beatriz Peñalver fue la encargada de hacer realidad el vestido de sus sueños.
"Desde hace años sigo de cerca los diseños de Beatriz y tenía muchas ganas de visitarla y ver qué me podía ofrecer. El primer día me probó diferentes estilos, al margen de mis preferencias, para ver qué es lo que me favorecía por mi cuerpo. Después me realizó 4 bocetos con los diferentes vestidos que me sugería ella. Salí del showroom con dos de ellos en mente y durante las dos semanas hablé con ella y su equipo y finalmente me decanté por uno de ellos.
Hasta finales de octubre no vi el vestido por lo que tuve mucho tiempo de pensar mucho. Le comenté que me apetecía llevar una capa y me propuso dos opciones aunque supe desde el principio que quería que fuese con flecos.
Después tuve una prueba prácticamente por semana y todo fue rodado. La capa no la vi casi hasta el último día.
Como complementos llevó una pulsera de Apodemia que le regalaron sus mejores amigas. Lució unos pendientes regalo de su suegra de la joyería Ludeña de Toledo. Además, no podía faltar el anillo de pedida de la joyería Suárez que le regaló Alejandro y un anillo de oro con un zafiro de su madre.
El ramo estaba compuesto por flores silvestres con la protea como protagonista. Los zapatos eran de terciopelo verde oscuro con punta redonda, suela de plataforma y cierre con correa cruzada al tobillo de la firma china Jimmy Choo.
"Buscaba algo cómodo y muy de mi estilo y tanto mi madre como mi hermana dieron en el clavo"
Alejandro vistió un chaqué y chaleco de Silbon. Fueron sus cuñados quienes le regalaron los tirantes y la corbata que eran de la sastrería Julián Muñoz.
Confió en Berwick para los zapatos.
Llevó un reloj de la firma Sandoz que le regalaron los padres de Raquel y unos gemelos de Scalpers regalo de la novia. Además, lució un pañuelo muy especial con una frase bordada que decía: "Toda historia comienza con un sí. Te amo Raquel".
Estuvieron acompañados por dos niñas de arras que iban vestidas de El Baúl de Miss cinco con zapatos de Angelitos.
Se dieron el sí quiero en una ceremonia civil que se ofició en el mirador del cigarral con Toledo de fondo.
La ceremonia la ofició Paula, una amiga de Raquel con la que comparte momentos desde que ambas tienen 4 años. Toda una vida juntas y la pareja no lo dudó ni un solo segundo, tenía que ser ella. La lectura del acto civil la ofició José Pablo Sabrido, vicealcalde de Toledo y muy amigo de la familia.
"La decoración para la ceremonia fue impecable. Parecía un cuento del que Alejandro y yo éramos los protagonistas. Era como una postal navideña. A ambos lados del camino había faroles estilo árabe con velas junto a pinsapo con piñas. En los cristales del suelo había eucalipto, cardo azul, próteas fucsias, pinsapo, brumia granate y gris, claveles granates y cortaderías. Justo frente a nuestro banco había una corona de cortaderías colgada en la encina".
El banquete se celebró en el salón de la luz. Durante el cóctel el saxofonista Miguel Sueiras amenizó el momento con un estilo lounge y chill out.
"Elegimos unos manteles verdes con un centro de base redonda de espejo. Sobre éste unas copas en altura con velas, pinsapo y bolitas de acebo. También había un jarrón de cristal con rosas cool water, lisiantus rosa y blanco, pinsapo, eucalipto, cardo azul y blanco, brumia gris y granate".
Uno de los momentos que siempre recordarán es la entrada al convite. Lo hicieron al ritmo de "Levels" de Avicii con Miguel Sueiras al saxofón.
La decoración fue a cargo del propio cigarral. Contaron con Alba Gómez Caro como wedding planner y para la pareja fue la mejor ayuda que pudieron tener. Todo salió perfecto y como habían ideado.
Raquel recuerda que un tiempo atrás había visitado el cigarral en la época navideña y se enamoró por completo de cada detalle.
El ramo se lo entregó a su mejor amiga Blanca con una canción que les trae muchos recuerdos de los intensos veranos que han vivido juntas, "Todavía" de La Factoría.
Contaron con recena donde no faltaron las palomitas, pulgas y una barra libre de hamburguesas de McDonalds.
"Preparamos un rincón de la fiesta que estaba compuesto por cables de colores para el momento del baile, gafas de reno, tatuajes con el logo de la boda, barras luminosas, caretas de animales, bailarinas con cinta de perlas en beige y negras... También había un rincón de mantas y barra libre de cigarros y puros".
"Stand by me" de Ben King sonó en la apertura del baile y la sorpresa llegó al son de "La Rubia" de la Nueva Escuela con Omar Montes.
A partir de entonces empezó la fiesta, el saxofonista hizo varios pases con música electrónica y las hermanas de la novia y sus cuñados les sorprendieron con el grupo Cosa de Dos.
"Animaron a todos los invitados durante las dos primeras horas de baile y acabaron con un villancico rociero. ¡Fue todo un puntazo!"
Comentarios
Publicar un comentario